La sonorense brilla intensamente en la Arena Monterrey ante 7 mil 500 fanáticos que se entregaron sin condiciones a su ídolo
Martín Fuentes
Fotos: Andrea Jiménez
Dicen que lo esencial es lo mejor y así quedó demostrado
con el nuevo show de Yuridia que se presentó la noche del 4 de diciembre en la
Arena Monterrey.
Sus más fieles seguidores coincidieron en que no fue éste
el mejor espectáculo de la sonorense, sin embargo, el concierto Lo esencial de
mi, la muestra como una artista en crecimiento que se esfuerza por conquistar
al público, tal y como sucedió con los 7 mil 500 asistentes (cifra oficial) que
durante más de 100 minutos cayeron rendidos a los pies de la ex académica.
Simpática, amena, graciosa, sensual y sobre todo, con una
gran proyección, Yuridia dominó perfectamente el escenario gracias a su
poderosa voz y a las tablas que ha adquirido desde que ganó el segundo lugar
del reality musical de TV Azteca.
La producción de Lo esencial de mi es ambiciosa. Un
espléndido juego de luces, pantallas a los costados del escenario, cambios de
vestuario, seis músicos y siete bailarines son el marco ideal para que la
artista se luzca. Y ella lo hace y lo goza.
Bailó, se contoneó sensualmente y hasta se arrastró por
el suelo mientras la gente, extasiada, no dejaba de aplaudir ni de lanzar
gritos.
En 100 minutos de concierto Yuridia hizo un recorrido por
las canciones que la dieron a conocer, y aunque en el repertorio predominan los
covers, la intérprete ya ha hecho tan suyas esas canciones que es como si
siempre las hubiera cantado.
Ataviada con un sensual vestido rojo con un hombro
descubierto abrió su presentación con “Señora”, un dramático tema popularizado
por Rocío Jurado.
“¡Monterrey, buenas noches! Qué gusto estar en casa…
porque aquí me siento como en mi casa”, dijo a manera de saludo y de inmediato
“atacó” con la segunda de la noche: “Lo que son las cosas”.
Vaticinó que sería una velada romántica y melancólica y
lo cumplió al cantar “Piensa en mí”, de Thalía.
Pero como tenía ganas de “reventón”, Yuridia buscó
pretextos para armarlo y con “I wanna dance with somebody (Who loves me)”, de
Whitney Houston, “Bailando sin salir de casa”, de Olé Olé y “Otro día más sin
verte”, original de Jon Secada, lo consiguió.
Antes de “Bombón de azúcar” pidió: “Vamos a ponernos
sabrosos… quiero que se toquen a sí mismos”.
Luego advirtió: “No vamos a parar de cantar”. Y tenía razón
porque “Mentira”, “Enamorada y herida”, “Déjame volver contigo”, “Ámame” y “Él
me mintió” fueron coreadas a todo pulmón por los más de 7 mil asistentes.
“Habla el corazón”, “Noche de copas” y “Un paso más”
fueron la antesala perfecta para “Irremediable”, “Como yo nadie te ha amado” y
“Maldita primavera”.
Y aunque la audiencia estaba enloquecida, el momento
climático de la velada llegó con un popurrí de Selena, “La reina del tex mex”,
que incluyó “La carcacha”, “Amor prohibido” y “Baila esta cumbia” en los que
demostró sus habilidades como bailarina.
Llegó la hora de la despedida y Yuridia quiso presumir a
su papá, quien la acompañó en la velada. No lo pudo localizar y graciosamente
pidió a la audiencia: “Si lo ven, me lo saludan”.
En tono más serio, recordó que fue en la Arena Monterrey
donde prácticamente comenzó su carrera, y es que en ese recinto se realizó la
final de la cuarta generación de “La academia” en la que obtuvo el segundo
lugar.
“Esta es la canción que comenzó todo, la culpable de la
vida tan loca que llevo”, expresó antes de cantar “Ángel” y al final, junto a
sus músicos y coristas se despidió haciendo una caravana.
Pero era evidente que los regiomontanos no la iban a
dejar ir tan fácil, así que por algunos minutos reclamaron al menos otra
canción.
Yuridia no se hizo del rogar al reaparecer con “Ya te
olvidé” que cantó de forma impresionante. Hubo ovaciones, gritos de júbilo y el
deseo de que el show se prolongara, pero esta vez el final estaba más que
claro.
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