domingo, 6 de abril de 2014

Prince Royce encanta y enamora


El bachatero neoyorquino reunió a 8 mil 500 fans en la Arena Monterrey donde presentó su espectáculo Soy el mismo 

Martín Fuentes

Él será un príncipe,  pero anoche Prince Royce hizo sentir a sus fans regiomontanas como  todas unas reinas.

Con sus canciones románticas y el ritmo sensual de la bachata,  el neoyorquino de origen dominicano triunfó  ante 8 mil 500 espectadores gracias a un show sencillo en cuanto a producción, pero rico  en entusiasmo y energía,  la cual, el cantante derrochó  en el escenario de la Arena Monterrey.

Prince Royce no sólo cantó  los hits que lo han convertido en una de las estrellas más populares de la bachata,  también bailó, brincó por todo el escenario, que incluía una pasarela,  y enamoró al público conformado por un gran número de jovencitas que a lo largo de más de hora y media no dejaron de cantar, ni de llorar.

El área de cancha  de la Arena esta vez no tuvo sillas para permitir que el público pudiera bailar. Y así lo hicieron varias parejas que presumieron  sus mejores pasos, convirtiendo el recinto en un gran salón.

Ocho músicos y un ballet de cuatro integrantes masculinos acompañaron al cantante en su debut oficial en tierras regias, porque el año pasado actuó en el mismo recinto, pero como parte del elenco de un festival de radio.

Su espectáculo Soy el mismo está  lleno de sorpresas,  la primera y más importante, que Prince Royce es lo suficientemente talentoso  para sostener un concierto que fue de menos a más.

Sorpresiva  fue también  la presencia de Thalía,  quien a través  de su imagen en video cantó  a dueto con Prince Royce.

Ayudaron mucho las pantallas de LED, colocadas en todo el escenario,  más la gigante que estaba colocada al fondo.

Antes de que la estrella de la noche apareciera,  el cantante mexicano Xerónimo se encargó  de entretener  a las cada vez más desesperadas espectadoras.

Prince  Royce apareció a a las 21:31 horas vistiendo  un atuendo negro muy moderno,  igual que los otros dos que lució en su show.

"Kiss kiss" abrió la velada y la reacción del artista al ver al público totalmente entregado a él fue sonreír ampliamente.

Y es que había fans que portaban pancartas,  fotos y cartelones con imágenes de corazones y frases como "te amo" y "soy tuya".

Los primeros  minutos del show transcurrieron rápidamente con canciones como "Te robaré",  "Te me vas",  "Corazón  sin cara" y "Solita".

Ésta última,  dijo,  la escribió  cómo la mayoría de sus canciones, en el tren camino  escuela.

"¿A quién le gusta la bachata? ",  preguntó Prince Royce y obtuvo una estridente respuesta.

“¡Pero qué público tan bonito! Gracias por estar conmigo esta noche", expresó para luego animar a los asistentes a brincar y no dejar de moverse.

Antes de "Soy el mismo" explicó que compuso  este tema como una forma de demostrar  que los sueños se pueden hacer realidad.

La histeria se apoderó de las mujeres cuando  el artista se secó el sudor con una toalla y luego la lanzó al público.

El concierto seguía con "Stand by me", "Nada",  en cuyo final cayó una lluvia de fuegos  artificiales,  "Tu príncipe"  y "Te perdiste  mi amor"  a dueto con Thalía.

Dijo que una de sus ilusiones era llevarle serenata a una chica y pidió una voluntaria de "labios jugosos"  y soltera. Muchas se apuntaron, pero sólo dos fueron elegidas.

"Su hombre soy yo", "Incondicional",  con acompañamiento  de mariachi,  "Mi última carta" y" El amor que perdimos”, también formaron  parte  del repertorio.

"Han pasado muchas cosas en mi vida en los últimos dos o tres años. Han llegado fama y éxito, pero me he dado cuenta de que lo importante son las pequeñas cosas.  Yo les pido que abracen a la persona con la que hayan venido:  su novio,  su esposa,  su papá,  su abuelo",  dijo  antes de "Las cosas pequeñas".

Parecía que  el show terminaba  cuando Prince  Royce salió corriendo, pero tras un pequeño receso volvió para cantar las últimas cuatro: “Me encanta”, “Te regalo el mar”, “Ven conmigo”, y desde luego, “Darte un beso” que lo consagró definitivamente.

En medio de la euforia colectiva, una lluvia de papeles blancos, luces y fuegos artificiales, Prince Royce se despidió.

Antes de decir adiós bajó del escenario para saludar de mano a quienes estaban en las primeras filas.

Y con la misma energía con la que llegó, se retiró a las 23:10 horas, dejando a su público feliz y satisfecho.

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