Ante 8 mil espectadores, la banda, con casi medio siglo de vida, se lució con un concierto poderoso y entrañable
Martín
Fuentes y Miguel Angel Arritola
A veces, lo
menos es más...
Y esto
aplica perfectamente a la banda Chicago, que sin necesidad de gran parafernalia,
apelando única y exclusivamente al talento de sus integrantes, emocionó a 8 mil
espectadores en la Arena Monterrey, la noche del sábado.
Aunque en
los últimos tiempos las súper producciones predominan en los
conciertos,
con pantallas LED, luces robóticas y efectos especiales, la banda surgida en la ciudad de
Chicago hace 48 años regresa a lo esencial: la música.
Estar en un
show de la agrupación sólo requiere de prestar oídos y dejarse seducir por
la maestría
de los artistas en cada instrumento.
Jason Scheff
(bajo y vocales), Lou Pardin (vocales), Robert Lamm (teclado y vocales), Lee Loughnane
(trompeta), James Pankow (trombón), Walfredo Reyes Jr (percusiones), Walter
Parazaider (sax y flauta), Tris Imboden (batería) y Keith Howland (guitarra) ofrecieron
una noche plagada de recuerdos al público integrado casi en su mayoría por contemporáneos
que no dejaron de cantar a lo largo de la velada.
El recinto
se vio iluminado por las pantalla de cientos de celulares cuyas luces manifestaban
el placer del público por escuchar sus canciones favoritas.
El concierto Heart and soul 2015, de más de dos horas, incluyendo un intermedio de 20 minutos fue un recorrido
por los 36 álbumes de estudio de la banda, incluyendo su nueva grabación "Chicago
XXXVI" que pronto saldrá a la venta.
El arranque
del show fue increíblemente puntual. A las 21:01 horas las luces de la
Arena se
apagaron y una voz en "off" anunció a Chicago.
En escena lo
que contó fue la maestría de cada artista en su instrumento y la gente pasó por
alto la sencillez del escenario, adornado con una manta gigante con el nombre
"Chicago", escrita.
"Questions
67 and 68" fue el primer pretexto de los asistentes para ponerse de pie y empezar a
moverse al ritmo de la música.
"Dialogue"
y "Alive again" continuaron despertando recuerdos entre la audiencia
que
no pudo
menos que estallar de júbilo con "If you leave me now", el clásico de
clásicos de Chicago.
"Estamos
excitados de estar en México", dijo Pankow en español a manera de saludo, mientras la
gente, emocionada, lanzaba gritos de júbilo.
Pero fue
Walfredo Reyes Jr quien explicó lo que realmente sería el recital: un recorrido por los
grandes éxitos de Chicago, incluyendo "Now", su nuevo sencillo.
"Calle on me", "(I've been) Searching
for so long", "Happy men", " Another rainy day in New York
City" y "Look away" fueron el pretexto perfecto para revivir
emociones.
Sin embargo,
un estallido de júbilo se produjo con "Make me smile" y "Colour
my world",
ejecutada con gran maestría y luego de la cual llegó el intermedio.
Después del receso, "Old days", anunció temas que pertenecen a una de las épocas
más productivas
de Chicago, los años 80: "Hard habit to break" y "You're the
inspiration".
Con los
ánimos por los cielos, artistas y fans gozaron con "Beginnings",
" I'm a man y "Street
player".
"¿Qué
les parece (el show) hasta ahora? Tenemos la suerte de hacer esto que amamos. Gracias por
estar siempre y que la magia siga viva ", expresó Robert Lamm.
Y magia fue
lo que ocurrió cuando los artistas ejecutaron "Justo you and me" y
"Hard to say I'm
sorry / " Getaway", la mejor de la noche, y que provocó una
estruendosa ovación.
No podía faltar "Saturday in the park",
tampoco " Feeling stronger".
El final
llegó con "Free" y la poderosa "25 of 6 to 4" con la que
concluyó la velada a las 23:36 horas,
que dejó satisfechos a los asistentes, y a los músicos con una gran sonrisa.
y gesto de
satisfacción.
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