Derrocha talento y lujo con su nuevo espectáculo ante 10 mil espectadores en la Arena Monterrey
Miguel Ángel Arritola
Fotos: Pedro Ortiz
El talento y la imaginación de Yuri
no tienen límites ni conocen el “no se puede”. Hace dos años y medio soñó con
el mejor show de su vida y la noche del sábado, ante 10 mil espectadores en la
Arena Monterrey, lo hizo realidad.
El espectáculo Invencible Tour 2015 que
presentó el sábado en Monterrey es un derroche de lujo y extravagancia, pero
sobre todo, un montaje que presenta a una artista plena, segura de sí misma y
que tiene ganas de comerse el mundo.
Con 51 años de edad y más de 38 de
carrera, el show era una ilusión largamente acariciada por la jarocha que en
casi tres horas resumió una trayectoria artística irreprochable y dejó
satisfechos a sus más fieles admiradores que no dejaron de cantar, bailar y
entregarse incondicionalmente a la artista.
Prometió que cantaría “todas,
incluyendo ‘Osito panda…’. No cumplió, pero el set list que eligió para la
ocasión no tuvo reproche.
Como irreprochable fue la producción
y el derroche de vestuario que a lo largo de la representación dejaron
impactada a la audiencia.
Su ingenio la hizo transformarse en
sirena, pirata, motociclista, gitana y en espadachina. Y es que cada número,
dijo hace días durante una entrevista, está inspirado en las películas que más
le gustan y en las que ha visto “mil veces” junto a su hija.
La entrada de Yuri a escena fue
apoteósica, montada en una motocicleta sostenida por cables en el aire y cantando
"Este amor no se toca".
Un perfecto juego de luces y un
cuadro de bailarines enmarcaron "Dame un beso", la segunda de la
noche.
Con un sample de “Sweet dreams (Are
made of this)”, de Eurytmics "Dame un beso" puso al público a bailar.
De pronto, las luces bajaron su
intensidad y entre penumbras se escucharon los primeros acordes de
"Arrepentida", en la que que la voz de la artista se escuchó perfecta
y poderosa.
En "Isla del sol" salió a
enfrentarse a su público con un entallado vestido azul turquesa, luciendo
perfectamente sensual. Yuri se vio fresca y fue generosa con su voz al permitirse
extraordinarios alcances que erizaron la piel. Y es que ella sabe de su
capacidad vocal, por eso no escatima en regalarla.
La gente lanzó un alarido de placer
cuando adivinó los acordes de "Es ella más que yo".
Y así como la voz de la artista es
poderosamente arrogante, soberbia, también fue sutilmente humilde al dejar que
sus fans cantaran un estribillo del tema, el cual terminó de manera sublime, logrando
la primera larga ovación de la noche.
Del disco "Inusual"
seleccionó "Fuera de mi vida", tema que Valeria Lynch encumbró y que
Yuri hizo tan suyo que borró el fantasma de su interprete original.
Continuó por el sendero del cover y de la misma Valeria Lynch alzó su canto de
manera enardecida para cantar "Como una loba".
A lo largo del concierto presentó
varios videos que ilustraban algunos de los temas. Junto a Fernando Allende,
emuló una escena de “La leyenda del Zorro”, su película favorita y que vistió su
siguiente interpretación: "Embrujada".
Una versión muy
"españolada" y poco afortunada fue la que ofreció de "No puedo
más", la cual pasó sin pena ni gloria.
Pero luego cambió el ritmo de
"Qué te pasa" por algo un sonido más electrónico y en su vestir tipo
galáctica emuló a Lady Gaga.
Entre canción y canción Yuri corría
tras bambalinas para cambiar su vestuario.
Para “Maldita primavera” y “Déjala” selecciónó un vestido blanco con
aplicaciones de cristal que con el juego de luces, iluminaba el escenario.
El golpe de una batería hambrienta de
ser escuchada anunció "Yo te pido amor", de lo mejor de la noche.
El latigazo de su canto fustigó con
aplomo al público y el cierre espectacular de "Yo te pido amor" por
supuesto que generó de manera espontánea otra ovación.
Yuri también es sensualidad y candela
pura, y prueba de ello está en "Mueve tu cuerpo" donde dejó al
descubierto gran parte de su trasero en un baile por demás cadencioso.
Como baladista, Yuri puede que no
tenga igual y ella, conocedora de ello, se ampara en temas como "Imposible
amarte como yo" para vertir de manera maravillosa esa voz que seduce a
propios y extraños.
Se remontó a los años 90 con
"Poligamia" pero primero preguntó si se acordaban de ella. Desde
luego que el clamor fue un "¡sí!" unánime.
Lo fastuoso de Invencible Tour 2015
no estriba en lo llamativo de la escenografía, ni en los vistosos cambios de
ropa, ni las una y mil pelucas que llega a usar, lo maravilloso es la perfecta
sincronizacion que hay entre voz y orquesta, porque la garganta de Yuri está
mejor que nunca y así lo demostró en "Ya no vives en mí" y "Amiga
mía".
Porque es mujer y puede conseguir lo
que quiere sin amar a escondidas y porque está cansada de guerras perdidas, por
eso y muchas cosas más, Yuri dejó "El espejo" para otras que no se
amen a sí mismas.
Cuando se es intérprete de corazón y
convicción, un tema como éste llega de manera perfecta para echar toda la carne
al asador.
Dijo que sigue amando al galán de ese
video que grabó hace ya muchos ayeres, refiriéndose al tema "Todo mi
corazón".
Preguntó que si ya estaban aburridos
de su canto y al obtener un no por respuesta dijo en broma: “¡Qué bueno, porque
faltan como ocho horas!.. ya estoy como Juan Gabriel".
Mágica, divina y sensual lució con
ese atuendo revelador en color plata para dar una revitalizante versión de
"Cuando baja la marea", la canción más apabullante de esta
noche.
Yuri es adorable a sus 51 y lo
presume aunque dice que extraña su pelo, sus pechos, sus pompas. Hizo una
perfecta historia de quien ha sido abandonada "Ahora" de su más
reciente material discográfico titulado como la gira, "Invencible".
A través de un video hubo llanto, fortaleza,
súplica por una vida mejor... a través un video salieron las primeras notas de
"Invencible".
Yuri dijo que está con Dios, por eso
expresó se considera “Invencible”, canción que compuso en momentos de
depresión, de caídas y muchos errores.
Del llanto pasó a la alegría y es así
como contó todo el sacrficio para lograr traer este show a Monterrey. Después
de secar sus lágrimas se preparó para cantar "Duele" a dueto con Luis
Armando, uno de sus pupilos en “La voz... México”.
Una luz neón iluminó el escenario
mientras los músicos se dieron vuelo para que poco a poco el sonido tomara
forma en "Quién eres tú" un cover perfectamente realizado a
"Love will lead you back", de Taylor Dayne.
Fue tanta la emoción que Yuri terminó
llorando mientras el público, de pie, expresaba su admiración por tanto
talento.
A lo largo del show, Yuri habló de la
palabra de Dios, de la fe para conseguir los sueños, pero también de esos besos
que necesita el alma, de ese placer de enamorarse... de ese amor que está tan
cerca, pero a la vez tan lejos o "Detrás de mi ventana", tema en el
que se reveló a una intérprete que saborea palabra a palabra esa justa
composición de Arjona.
Presumió que los artistas de los años 80 también llenan
un lugar como la Arena Monterrey.
"Para todos esos ‘culeis’ que se
reían de mi al decir que yo no llenaba un lugar así", dijo y luego
pidió a su marido que grabara un video que después presumió en sus redes
sociales.
La velada llegaba su fin y para
despertar el asombro de las 10 mil fans, Yuri sacó un barco en pleno escenario
para cantar "Hola”, vestida de pirata.
Fuerza y una certera actitud de triunfadora,
así lució la rubia cantante este tema con un sonido moderno, pero sin perder la
esencia de su versión original.
Se despidió, pero no podía irse así
como así, por lo que tras un breve receso volvió con todo el sabor y ritmo de “El
apagón”.
Y mientras todos bailaban llegó el
final del show a las 23:52 horas. Yuri se despidió anunciando que volverá en
noviembre.
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