domingo, 5 de julio de 2015

Natalia Lafourcade: Llega 'hasta la raíz' de los regiomontanos



Encantadora, talentosa y llena de energía, la veracruzana da un show de altura en Escena Monterrey

Miguel Ángel Arritola
Fotos: Martín Fuentes


Natalia Lafourcade ya no es la “infantil criatura” cuya hermana iba a parir en el 2000. Ahora, con el que quizá sea el mejor disco de su carrera bajo el brazo, la veracruzana es una artista total, una multi instrumentista, compositora e intérprete que conquista desde cualquier escenario.

Natalia llegó a Monterrey con su nuevo espectáculo y lo presentó en Escena ante 2 mil personas, aproximadamente, que se sofocaron y gozaron del show de más de dos horas que la artista ofreció la noche del viernes.

Eran sólo ella, sus músicos y 2 mil gargantas que no la dejaron sola ni un instante. No había pantallas gigantes, ni efectos especiales. Era talento puro.

Sin más ni más, de entre los instrumentos salió vistiendo un conjunto de short y blusa dorados, a las 22:26 horas, dispuesta a cantar con el derecho que le da el traer tener un gran disco: "Hasta la raíz”, y de ahí seleccionó "Para qué sufrir" y arrancar la velada.

La canción sólo tuvo de cómplice a una guitarra que en manos de Natalia fue suficiente para abrazar a ese público que le hizo segunda en su canto. Después vendría "Vámonos negrito", ahora sí, ya con su banda.

Su diminuta figura llena el escenario, ella bailó al compás de tambores y trompetas. Pero también fue capaz de acariciar el alma con "Antes de huir" donde exploró una manera por demás exquisita de interpretar.

Mostró su alegría por estar entre el "chupe" y la alegría de su público regio y le regaló una mesurada y sensible interpretación de "Hasta la raíz".

El pésimo sonido no le ayudó a Natalia a lucirse al cien en "Ya no te puedo", pero sus fans pasaron por alto esta situación.

Se puso a modo para cantar "Lo que construimos". Aquí, su voz se tornó delicada y con una alta dósis de tristeza logró su mejor interpretación de la noche.

Movía sus botitas en color vino de un lado a otro y reposó su esbelta figura en el guitarrista quien se lució en su quehacer musical al tener a su lado a Natalia Lafourcade.

Dijo que "Palomas blancas" nació en Las Vegas y hasta estuvo tentada a ponerle así a su nuevo álbum.

Ella al piano, las pasiones en total libertad y su público, ese que abrigó con delirio total cada pieza musical que ella interpretó, sucumbió ante ese lamento de "que nunca se acabe nada de lo nuestro…".

Rondó el alma de la cantante inglesa Jeanette en "Nunca es suficiente" donde Lafourcade no logró brillar su canto por el pésimo sonido que la acompañó a lo largo de la noche y quizá por ello dejó que el público se encargara de cantar la parte final del tema.

Con "La fugitiva" calmó un poco los ánimos y cayó en un romanticismo que fue recibido con respeto y en un coro masivo de sus fans.

De Agustín Lara seleccionó "Amor de mis amores" y le imprimió a su interpretar un sello muy a su manera, jocoso y pasional; delicado pero delirante.

Hubo entrega en "Amarte duele" y alegría y diversión en "Casa" y "Un pato" que fueron parte del reperorio de Natalia quien dijo que originalmente sólo cantaría temas de su nuevo álbum "pero es imposible no cantar estos".

Empapada totalmente en sudor, Natalia ofreció "En el 2000" y "Te quiero ver" obteniendo una gran ovación.

Cayó en total frenesí al cantar "Mi lugar favorito" y con guitarra en mano, bailó y cantó hasta casi desfallecer.

Se divirtió cantando "Limosna", "Aventurera" y "Ella es bonita”, tanto que desafió a los de seguridad para acercarse de más a su público.

Recordó que en su anterior show se le olvidaron los acordes de "Cucurrucucú paloma", pero su entrada ahora fue majestuosa así como su interpretación que rayó en un nostálgico lamento de amor.

Anunció que la próxima canción tardó casi un año en componerla, un tema lleno de metáforas, expresó mientras acariciaba el piano y le arrancaba las primeras notas de "Estoy lista".

Previo al final del show, Natalia Lafourcade pidió "No más llorar" y mientras ella se secaba el sudor que caía sobre ese rostro de niña precoz, sus músicos se adelantaban a ella y anunciaban de una manera delicada el arranque de este tema.

Todo se pintó de "Azul" a las 00:29 horas para despedir con una gran ovación a quien "hasta la raíz" no escatimó en voz, pasión y entrega ese canto que supo regalar a manos llenas.


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