viernes, 24 de mayo de 2013

Bosé, el “Papitwo”, conquista Monterrey


Poco más de 7 mil personas deliraron por el español quien saldó su deuda al volver anoche al Auditorio Banamex


Miguel Ángel Arritola
Foto: Cortesía OCESA /Auditorio Banamex

Visiblemente cansado, sin ese brillo en los ojos que seducía al por mayor y con una voz que muchas veces lo traicionó sin piedad, Miguel Bosé pagó su deuda con los regios la noche del jueves en el Auditorio Banamex.

Ante poco más de 7 mil personas, el cantante español regresó con su Papitwo, una gira en la que se ampara de aquellas canciones a prueba de fuego y que han marcado historia en su peregrinar musical.

Bosé es admirable en escena, porque se le aplaude ese esfuerzo por lograr aquellas notas que en antaño salían con fluidez y que hoy son una eterna agonía en su cantar.

Pero ello no impidió su entrega, ésta fue al por mayor, porque si algo tiene Bosé es eso, pasión por lo que hace y se constató desde que a las 21:10 horas llegó al escenario con “Mirarte”, “Duende” y “Nena”.

El artista fue cauteloso en su bailar, un tanto inseguro en su interpretar, pero muy dueño de la situación a la hora de solicitar el cariño del público.

Ahora, Bosé no fue nada ostentoso, tan sólo cinco músicos, tres maravillosos coros y un escenario austero, pero atractivo, bastaron para crear la magia entre público-artista.

“Partisano” y “Olvídame tú” pusieron en órbita a sus fans y desde luego que hubo solidaridad a su voz quebrada en “Te diré”, “Morir de amor” y “Don Diablo”, en esta última, su garganta le falló en más de tres ocasiones.

Pero con “Amiga” supo salir perfectamente adelante y convenció con su aguerrida interpretación, al igual que en “Linda” y “Puede qué”, de lo mejor de la noche.

En “Sevilla” le salió el bailarín que lleva dentro y “Bambù” fue una pieza relax en el concierto. 

Con “Nada particular” puso a pensar a sus seguidores y con “Morena mía” salió el Bosé coqueto de siempre.

Tierno, entregado y sutilmente melancólico fue su canto en “Si tú no vuelves” y fieramente sexual se condujo en “Como un lobo”.

Las piezas fuertes vinieron al final con “Bandido” y “Te amaré”, en esta última, Bosé contuvo las lágrimas al ver al público ovacionándolo y cantando cada estrofa.

Intentó irse, pero por supuesto que había que cerrar con broche de oro, y qué mejor que con “Por ti” para dejar el alma misma en el escenario.



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