Dulce, Lila Deneken, María Conchita Alonso, Rocío Banquells y Manoella Torres demuestran su gran calidad en el show GranDiosas que se presentó en el Auditorio Banamex
Martín Fuentes y Miguel Ángel Arritola
Foto: Cortesía OCESA
Dulce es la cantante; María Conchita, la sensualidad;
Manoella, la mujer que nació para cantar; Rocío, el temperamento y Lila, la
pasión, pero en conjunto todas son GranDiosas.
Y grandioso fue el concierto de las cinco divas de la
balada que el domingo por la noche compartieron el escenario del Auditorio
Banamex y regalaron dos horas de nostalgia y grandes éxitos a 5 mil 300 fans de
“hueso colorado” que desafiaron la
lluvia para llenar el recinto de muestras de cariño, y veneraron a sus ídolos.
Hubo quienes llegaron al lugar para escuchar a Manoella
Torres, otros para admirar la belleza de Dulce, varios más para deleitarse con
los hits de Rocío Banquells, muchos caballeros fantasearon con María Conchita
Alonso y el resto para gozar con la entrega de Lila Deneken, pero todos
compartieron la misma emoción de ver a cinco figuras que en los años 80
llegaron a la cúspide de sus respectivas carreras.
Fue un show sencillo en cuanto a producción: tres
pantallas, dos a los lados y una al centro, hubo seis músicos, dos coristas y
nada más. Pero teniendo en cuenta que las GranDiosas pertenecen a una
generación en la que sí se cantaba, no hizo falta nada más para lograr una
noche redonda.
Cada una echó mano de sus respectivos éxitos y no
defraudó al delirante público que no tuvo empacho en pararse de sus asientos
para bailar en los pasillos del Auditorio y cantar a todo pulmón.
Las GranDiosas fueron casi puntuales y a las 19:30 horas
las voces en off de María Conchita y Dulce dieron la segunda y tercera llamada,
respectivamente, para que comenzara el show.
Un popurrí con temas emblemáticos: “Lobo” (Dulce), “Cuando
pienso en ti” (Lila), “La loca” (María Conchita), “Fíjate que no” (Manoella) y “Este
hombre no se toca” (Rocío) fue el prámbulo de una noche intensa que revivió
grandes recuerdos.
Luego, cada una asumió roles protagónicos cuando le tocó
salir al escenario. Lila fue la primera con “A donde quiera” y Manoella ofreció
“Herida de muerte”. María Conchita puso el toque sensual con “Házme sentir”,
Dulce homenajeó Jenni Rivera con “Porque
me gusta a morir” que primero grabó la tamaulipeca y que “La Diva de la Banda”
incluyó en “Joyas prestadas”.
Al estilo del musical “Mentiras”, Dulce y Rocío
Banquells conjugaron “Tu muñeca” y “No soy una muñeca” que provocó la primera
ovación de la noche.
Banquells cerró el primer bloque con “Abrázame”.
Cada una intercaló sus apariciones para cantar cinco
temas, todos ellos coreados por la audiencia. Hubo momentos chuscos, como
cuando María Conchita se disculpó por no poder bailar: “Es que tengo un dedo
malo…”.
O como cuando Dulce descubrió que su mamá, Gloria
Cárdenas, no estaba en un asiento preferencial.
“Pusieron a mi mamá hasta atrás. Por favor, producción
¡no puede ser que mi mamá esté hasta el fondo! Yoya, ahorita lo solucionamos.
“Acá hay lugar, mamá; vente para acá… ¿qué es eso de que
venga mi madre desde Matamoros y me la sienten hasta atrás? Es más, se suspende
el show… ¡ah no, no es cierto!”, comentó divertida.
Todas, en su oportunidad felicitaron a las madres, cuyo
día se celebró el viernes, pero Lila además dijo que el concierto era su mejor regalo
de cumpleaños que será el 14 de mayo.
En la parte final del espectáculo, cada una ofreció sus
hits más poderosos: Manoella, “Ahora que soy libre”; Lila, “Por cobardía”;
Rocío, “Luna mágica”; Dulce, “Déjame volver contigo” y María Conchita, “Noche
de copas”.
El encore llegó con dos temas dedicados a las mamás y en
el que las cinco unieron sus voces: “Amor eterno” y “Señora, señora”.
Entre gritos emocionados, lágrimas de muchos fans y
aplausos de pie las GranDiosas se despidieron con la alegría dibujada en sus
rostros.
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