Con un show ligero y lleno de ritmo, el boricua regresó a la Arena Monterrey para mostrar a sus fans el espectáculo One World Tour
Miguel Ángel Arritola
Fotos: Andrea Jiménez
Cuando Ricky Martin sale a escena, con ese perfecto porte de playboy, que retrata fielmente a un hombre que sabe aprovechar cada parte de su cuerpo para sacudirlo a placer y antojo, algo sucede con sus fans que de inmediato enloquecen con su presencia.
Anoche, en la Arena Monterrey, 12 mil personas (cifra oficial) cayeron rendidas a la sensualidad y canto de Ricky.
Todos los elementos estaban a su favor: un público dispuesto a pasarla bien, ocho estupendos bailares, seis músicos, un corista y él, Ricky, quien llegó a Monterrey más artista, más cantante y mejor bailarín.
Con “Mr. Put it down”, el cantante puertorriqueño abrió fuego en la pista a las 21:28 horas y de inmediato, la adrenalina corrió por los cientos de seguidores quienes lo recibieron de pie.
“This is good”, "Drop it on me" y "Shake your bon bon" armaron buen ambiente y más, cuando Ricky, entre canción y canción se cambiaba de playera.
Su One world tour está diseñado para que el propio Ricky se la pase estupendo y esto se aprecia en cada uno de los temas que interpreta.
Ejercitó su cuerpo con "Adrenalina" y se sumergió en la nostalgia de "Tal vez".
Agradeció al público regio que por tantos años lo ha venido siguiendo y apoyando.
“Ustedes, mis regios, serán los primeros en ver este nuevo show. Les prometo que saldrán afónicos de aquí y los complaceré en todo”, expresó el intérprete.
Dijo sentirse tan contento que rompió con el programa establecido y se puso a cantar aquellos temas que no incluyó en esta gira, de ahí que “Fuego de noche, nieve de día”, “Fuego contra fuego”, y “Te extraño, te olvido, te amo” fueron la sensación de la noche.
Se remontó a sus años mozos y bailó sin pudor alguno "Livin’ la vida loca" y arrancó un alarido unánime de sorpresa cuando salió ataviado en una falda escocesa para ponerle voz a "It’s alright".
"She bangs" no alcanzó ni la brillantez vocal ni la sensualidad en su baile, más bien, se antojó un tanto monótona.
Después vendrían “Come with me tonight” y la espléndida “Asignatura pendiente” en la cual los suspiros estuvieron a la orden del día.
“Tu recuerdo”, “Disparo al corazón” y “Vuelve” marcaron el momento romántico de la noche.
Ricky fue cálido en todo momento, y generoso a la hora de bailar y eso se apreció en “María”, “La bomba”, “Lola, Lola” y “Por arriba, por abajo” para cerrar con broche de oro con “Pégate” y “La copa de la vida”, a las 23:25 horas.
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