Lamenta que su obra, ´Por una vida plena´, sea criticada sin fundamento, tan sólo porque él no estudió Derecho o Filosofía
Miguel Ángel Arritola
Foto: Miguel Ángel Arritola
Cuando las cosas se hacen con el corazón y se pone el alma el resultado es exitoso, y eso lo sabe perfectamente Ernesto D´Alessio, quien presentó en la FIL Monterrey 2014 su libro “Por una vida plena”.
No había nervios en sus palabras, al contrario, se escuchaba y veía relajado, traía bajo el brazo su primer libro en el mercado.
Llegó puntual e impecablemente vestido. Lo primero que hizo fue saludar y de inmediato invitó un café. Él pidió otro más y sin preámbulo dio pauta para arrancar la entrevista.
Su mirada es fija y profunda ante quien su interlocutor.
“En tu mirada se ve que te apasiona lo que haces, amas y abrazas esta carrera, eso se ve en tus ojos”, dijo el ahora escritor.
Ernesto se emociona cuando toca el tema del motivo por el que fue invitado a la Feria.
De hecho, es él quien lleva la voz cantante en la entrevista cuando señala que está preparado para quienes lo critican por haberse atrevido a escribir un libro.
¿Cómo te sientes en esta, tu primera presentación de “Por una vida plena”?
“Me siento bien… ¡muy bien!, realmente me siento muy contento aunque sé que hay varios escépticos acerca de que cuando un artista escribe un libro creen que por el hecho de que no ha leído toda la obra de Octavio Paz, de García Márquez, o de Pablo Neruda, no tienes derecho a escribir un libro y dicen: ´¡ah!, Ernesto no estudió como Octavio Paz, Derecho o Filosofía y Letras, ya no puede escribir´, o ´Ernesto D´Alessio no sabe la fecha de nacimiento de García Márquez, es un inculto´ y realmente no sé por qué existen esos prejuicios en México…”.
Expresó que por el simple hecho de no traer el pelo graso, medio largo, barba de tres días, un morral hecho por artesanos chiapanecos de tela de hilar y adentro traiga “Zaratustra”, de Friedrich Nietzsche, “entonces no puedes escribir”.
Pero D´Alessio también admite que no todo el camino ha sido de críticas negativas hacia su nueva faceta.
“Debo reconocer que en el tiempo que tengo de promover ´Por una vida plena´, las bendiciones han sido muchas. La gente me escribe a mis redes sociales y me ponen los capítulos que les gustan, frases que cambiaron su vida.
“Y por eso, en esta Feria del Libro, no sólo es presentar mi obra, sino responder por qué, como algunas personas dicen: ´un simple actor va a escribir un libro´, o refutar cuando dicen: ´ya cualquiera escribe un libro´ y al decir ´cualquiera´, creo que me desvalorizan como ser humano nada más”.
Cree que cada persona tiene un valor como ser humano y una historia qué contar más allá de que si estudió o no Filosofía y Letras”.
¿Cómo respondes a esas criticas, a ese escepticismo y a ese prejuicio hacia tu labor como escritor?
“Yo he aprendido que la vida es mucho más que una simple teoría, y este libro tiene un fundamento muy importante. La gente puede estar segura que lo que está escrito en este libro es mi vida.
“Es algo que muchos eruditos e intelectuales no tienen, porque muchos escriben cosas muy bonitas, pero en su estilo de vida demuestran lo contrario. No me pidas que reflexione algo que tú no vives”.
Sería como el cantante que canta algo que no siente
“¡Exacto, exacto!, no tendría sentido, esa analogía que acabas de mencionar yo te la puedo decir de primera mano. Cuando grabé mi primer disco con Sony Music lo hice sin sentirlo, me impusieron todas las canciones porque la mercadotecnia dice que esto es lo que está de moda y me encontré con que no funcionó o si funcionó, fue a medias.
“Pero claro que eso me emocionó, ¿a quién a esa edad no le emociona tener dinero para comprar tu vestuario, salir por primera vez en ´Siempre en Domingo´, viajar, tener productores a tu disposición? Pero con los meses me encontré cantando algo que no sentía, entonces, esto es lo que salva a este libro: Hay experiencias de mi vida, es una invitación al lector para que crezca en todos los aspectos”.
El también actor y conductor de televisión no niega que viene de una familia problemática.
“Mira, yo vengo de una familia de artistas, y en mi familia siempre estuvimos enfocados en ser siempre artistas, en el querer hacer siempre un buen concierto, el de querer siempre crecer en esa área de nuestra vida, pero se nos olvidaron muchas otras áreas y al final pagamos consecuencias muy altas.
“Entonces, este libro es un recordatorio, es decirle al lector: ´¡hey!, hay otros aspectos de tu vida que está olvidando y todavía estás en el momento de enmendarlo´”.
“Por una vida plena” tiene consejos de personas reales que el propio Ernesto entrevistó.
“De hecho, el libro surgió de un programa de radio que yo tengo aquí en Monterrey y que se llama ´Por una vida plena´, de 4 a 5 de la tarde y ahí la gente me escribe, me llama y me da sus testimonios, gente mayor de 40 años”.
Un común denominador, añadió, es cuando le dicen: “Ernesto, si yo hubiera sabido esto cuando tenía 30 años, hoy mi vida sería diferente…”.
“Por eso escribo, porque para mí cumplir 40 años es una fiesta, yo tengo 37 años, pero quiero llegar a los 40 con un sentido en mi vida, saber qué camino quiero y definirlo muy bien”.
¿Ahora mismo puedes presumir de tener una vida plena?
“Decirte que sí sería mentir porque la felicidad no es un destino, es un trayecto. Por ejemplo, esas personas que te encuentras y les preguntas: ´¿cómo estás?´ y te contestan: ´¡exceleeeeeente..!´, con aquella efusividad; es mentira, hay veces que no estamos bien, antes de contestar con esa efusividad, hay que avisarle a tu cara para que coincida con tus palabras”.
“Decirte que sí sería mentir porque la felicidad no es un destino, es un trayecto. Por ejemplo, esas personas que te encuentras y les preguntas: ´¿cómo estás?´ y te contestan: ´¡exceleeeeeente..!´, con aquella efusividad; es mentira, hay veces que no estamos bien, antes de contestar con esa efusividad, hay que avisarle a tu cara para que coincida con tus palabras”.
¿Cómo eras antes de “Por una vida plena” y cómo eres ahora después de este libro?
“Me hubiera encantado tener en mis manos un libro como éste cuando yo tenía 20 años. ¿Qué hubiera pasado si este libro llega a mis 20 años? Sin duda alguna me hubiera casado. El ADN de la sociedad es una familia y esto no lo digo yo, lo dicen los psicólogos, no puede ser de otra forma, pero no espero que toda la gente piense como yo.
“No es una regla, pero es más frecuente que un niño que crece en un núcleo familar estable, seguro, su autoestima será perfecta y será un hombre de bien. Eso está comprobadisímo”.
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