Considerada la máxima exponente del ´vintage pop´, reunió a 5 mil fanáticos que la adoraron, especialmente por su talento y actitud en el Foro Alive
Miguel Ángel Arritola
Con esa inocencia mezcla ángel y demonio, Lana Del Rey salió a las 21:30 horas a escena para desde el primer instante atrapar con su "Cruel world" a una juventud hambrienta de su canto y belleza.
La “Princesa del dream pop” se presentó en el Foro Alive (Salón E de Cintermex) ante 5 mil
enardecidos fans (cifra oficial) que en todo momento la hicieron sentir como una verdadera reina.
Salió mucho más recatada que en México, aquí optó por un vestido color esmeralda, muy corto, que astutamente mostraba sus torneadas y bronceadas piernas.
De un mirar triste y tímida sonrisa que regalaba ante cualquier muestra de afecto, Lana Del Rey ofreció "Electric" y "West coast" con una potencia vocal que sólo provocaba ovaciones.
Su voz fluye sin problema alguno, con notas de un alto registro con la que sus fans se deleitaron hasta el mismo delirio.
Y es precisamente su voz el encanto del show cuya producción austera (cinco músicos y tres pantallas) no importó a la audiencia.
"Born to die", pieza clave en su corta carrera musical, elevó los sentidos del público que le imploraba se acercara para la foto del recuerdo, a lo que ella accedió de buen agrado.
Al piano, Lana se transformó en una verdadera diosa al interpretar "Old money”, luciendo al máximo esa voz prodigiosa que maneja a antojo.
En el escenario es de una arrogancia vocal seductora que abraza cualquier tipo de sentimientos, pero cuando se dirige a sus fans, esa arrogancia se transforma en una actitud por demás humilde que conmueve a propios y extraños.
En esta gira, Ultraviolence tour, la máxima exponente del vintage pop cuidó que cada uno de sus fans saliera feliz con canciones y por ello puso el alma en melodías como "Videogames" o "Body electric".
El público agradeció que incluyera en el set list “National anthem" y más cuando dijo sentirse muy querida aquí, en Monterrey.
El único detalle que sorprendió fue que a las 22:45 horas se fue del escenario de la manera más fría que artista alguno pueda hacer, y, aunque el público le exigió regresar para escuchar más de su canto, Lana decidió refugiarse en su camerino para atender fans que morían por tomarse la foto con ella.
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